martes, 26 de noviembre de 2013

Ánrel Buren


Hoy toca el cónyuge del anterior personaje.


Ánrel Buren es un labrador de cuarenta y ocho años que heredo unas tierras de sus padres, a las cuales el cuida desde que pasaron a sus manos. Bien podría dejar a sus asalariados todo el trabajo y vivir una vida cómoda de terrateniente, pero la filosofía en la en la que se educó asevera que quien mejor sabe cuidar las tenencias es su propio dueño; así pues, él, su familia, sus jornaleros y una cosechadora a vapor que también recibió de su progenitor se dedican a cultivar parte de los campos que abastecen de grano a Ise.

Maela Buren, su primogénita, se fue a la ciudad a estudiar; y Semárel, su benjamín, es un muchacho quejumbroso que siempre está distraído. Naila es la única que entiende su deber, y siempre le auxilia con las labores de cultivo. Empero, es fémina, y teme que un futuro yerno eche a perder lo que tanto esfuerzo le ha costado a él y a sus ascendientes. Por esta razón, su mayor preocupación es el futuro de sus terrenos.

Fuera lo que fuese, no es un hombre autoritario. Es una persona introvertida que prefiere observar antes de actuar, incluso hasta dejar en ocasiones que su mujer tome las riendas de las decisiones.